Fijar un precio inadecuado: Muchos vendedores no realizan un análisis de mercado adecuado, lo que puede llevar a sobrevalorar o subvalorar la propiedad. Esto puede resultar en una venta más lenta o en perder dinero.
Falta de promoción efectiva: Algunos propietarios no utilizan canales de promoción adecuados o no invierten en marketing. Esto limita la visibilidad de la propiedad, reduciendo las posibilidades de encontrar compradores interesados.
Negociación inexperta: La falta de experiencia en negociaciones puede llevar a aceptar ofertas desfavorables o no saber cómo manejar objeciones de los compradores. Esto puede resultar en un mal trato y en la pérdida de oportunidades.
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